Con la clasificación del Triage en el IMSS Sinaloa se brida atención oportuna en urgencias: Dra. Tania Clarissa Medina
*En los servicios de urgencias se brindan más de 1,800 consultas todos los días; Con Triage se semaforiza por colores, dependiendo de la gravedad de la salud de cada paciente
En el IMSS Sinaloa se logra preservar la vida de miles de personas que sufren algún tipo de accidente o complicaciones por diferentes padecimientos, a través de la aplicación de la clasificación de atención del Triage, implementado en los servicios de urgencias de sus hospitales, brindando diariamente más de 1,800 consultas en esta área.
Lo anterior lo señaló la Delegada del IMSS en la entidad, doctora Tania Clarissa Medina López, informó que para llevar a cabo dicha estrategia, el Seguro Social cuenta con personal de salud debidamente capacitado y entrenado para saber qué hacer y cómo actuar ante cada situación.
La funcionaria detalló que los padecimientos más recurrentes en las áreas de Urgencias de los ocho hospitales del IMSS en Sinaloa, son las enfermedades cardiacas, respiratorias y de tipo metabólico, por lo que este modelo de atención resulta muy útil entre los pacientes, ya que son atendidos de acuerdo con la gravedad que cada uno de ellos presenta.
“Cuando un paciente llega al área de Urgencias de los hospitales del IMSS, es valorado en función de su padecimiento, logrando así una reducción en la mortalidad y en la pérdida de la función de los órganos de los pacientes, descenso en los tiempos de recuperación y estancia en hospitales, así como disminución de invalidez por lesiones, generando una pronta reincorporación a su vida laboral y familiar”, indicó.
En ese sentido, refirió la importancia de hacer buen uso de las áreas de Urgencias de las unidades hospitalarias, pues del total de atenciones que se otorgan a las y los usuarios que acuden a este servicio, un alto porcentaje corresponden a las conocidas, como urgencias ‘sentidas’, es decir, aquellas en las que el paciente o familiar las percibe como amenazantes, pero desde el punto de vista médico no implican un riesgo grave para la salud. No obstante, en el Seguro Social se le brinda la atención médica en forma oportuna.
Ante este panorama, la representante del IMSS en la entidad mencionó que esta estrategia se clasifica por colores, dependiendo de la gravedad del paciente, señalando los casos de reanimación en color rojo. Aquí el estado del paciente se caracteriza por alteraciones funcionales agudas y graves, con riesgo inminente para la vida o la integridad y función de alguno de sus órganos y que requiere de atención médica inmediata desde su llegada al servicio de Urgencias.
Enseguida, dijo, se encuentran los casos de emergencia, marcados con color naranja, donde el estado del paciente se caracteriza por alteraciones funcionales agudas y graves, con riesgo para la vida o la integridad y función de alguno de sus órganos y requiere atención médica dentro de los siguientes 10 minutos posteriores de su llegada al servicio de Urgencias.
Continúa la estrategia con el color amarillo, clasificado para las urgencias. En estos casos, el estado del paciente presenta alteraciones funcionales agudas o subagudas de severidad moderada, que tienen la potencialidad de afectación para la función, un órgano o la vida y que requiere atención médica dentro de los siguientes 30 minutos a partir de su llegada al servicio de urgencias.
Sigue por necesidad de atención las urgencias menores, con el color verde, para los casos en que el paciente presenta alteraciones funcionales subagudas o crónicas de baja gravedad, sin riesgo inminente para la función, un órgano o la vida y que requiere de atención médica dentro de los siguientes 120 minutos posteriores a su llegada al servicio de urgencias.
Finalmente, el color azul se aplica para los casos sin urgencia, donde el estado del paciente se caracteriza por posibles alteraciones funcionales subagudas o crónicas de baja o nula gravedad, situación de afectación a la salud personal que el individuo o la familia percibe como amenazante, pero que desde el punto de vista clínico-médico no implica riesgo a corto plazo para la vida, un órgano o la función y que puede ser atendida dentro de las siguientes 4 horas posteriores a su llegada al servicio de Urgencias.