HAY QUE DECIRLO
* La prudencia y la conciliación ha sido la constante del gobernador Rocha Moya
* Pareciera que muchos quieren que “ande de las greñas” con los alcaldes
* En su administración Instruir a sus funcionarios, no es delegar responsabilidades
* Cuando se trate de tomar alguna drástica decisión seguramente lo hará
Por Arnulfo Torres
En los últimos días he leído a varios analistas su opinión sobre el quehacer del gobernador Rubén Rocha Moya, de quien señalan que ha delegado responsabilidades y a dejado de hacer cosas que a él le correspondería hacer.
Los periodistas como cualquier otra persona tenemos opiniones diferentes, mientras unos tienen una visión de alguna cosa, otros tiene una diferente, las perspectivas de cada reportero es diferente, pero todo forma parte de la libertad de expresión a la que tienen derecho todos los ciudadanos.
En nuestra opinión el gobernador Rocha Moya, no ha delegado responsabilidades, lo que ha hecho es instruido a sus secretarios y funcionarios a que hagan las cosas que les corresponde hacer, para ser claro, les ha pedido que cumplan con la encomienda para la que fueron designados.
Fueron varios los comentarios que hablaban que el gobernador Rocha Moya se fue Altata a pasar la noche de fin de año para alejarse de los problemas que conllevaba este festejo, cosa que nos parece por demás absurda, porque desde donde quera que estuviera podía estar atento a todo lo que pasaba en la entidad.
También desde antes Rocha Moya, había encabezado las reuniones para preparar el operativo para Año Nuevo del cual estaría al frente el Secretario de Seguridad Pública Cristobal Castañeda, con quien seguramente el mandatario todo el tiempo mantuvo comunicación.
Cuando por ejemplo los reporteros preguntan algún tema de salud el gobernador contesta “sobre ese tema va a hablar el secretario”, ya gire instrucciones para que se hiciera esto o lo otro, esto no es delegar responsabilidades, es ordenar que tal o cual funcionario cumpla con su trabajo.
Han sido tales los señalamientos que pensamos que muchos quieren ver a Rocha Moya, “agarrado de las greñas” con los alcaldes, principalmente con Estrada Ferreiro de Culiacán, con “El Químico” Benítez de Mazatlán y con Gerardo Vargas Landeros de Ahome.
Es verdad que estos tres alcaldes han realizado acciones que mantienen molestos a los ciudadanos y que pareciera que a ninguno de ellos le interesa si el gobernador se molesta, pero no pensamos que sea así, porque saben perfectamente bien que no pueden quedarse sin el apoyo del jefe del ejecutivo estatal.
De estos tres solo Estrada Ferreiro a “tronado” en contra de Rocha Moya, pero ya todos sabemos como actúa el alcalde de Culiacán, declara en contra de un sector social hoy y mañana también, este edil tiene frentes abiertos con comerciantes, restauranteros, empresarios, policías, vendedores ambulantes, viudas de policías y hasta con los diputados locales.
La mayoría de los ciudadanos, nos incluimos, prefieren un gobernador prudente a un gobernador bravucón, que en vez de resolver problemas, se la pase en declaraciones en contra de uno u otro sector de la sociedad, tal como sucede con los tres alcaldes mencionados.
Por lo pronto Rocha Moya esta cumpliendo con su palabra de encabezar un gobierno de apertura y pluralidad, tal como lo demostró el día de hoy al reunirse con ciudadanas y ciudadanos encabezados por Fernando Pucheta, quien fuera candidato a la alcaldía de Mazatlán por la la alianza PRI, PAN y PRD.
“Nuestro gobierno siempre será incluyente y escuchará a todas las voces que quieran trabajar por el bienestar de Sinaloa”, dijo Rocha Moya y cuando se le cuestionó por el motivo de dicha reunión señaló que Fernando Pucheta era su amigo que le había pedido que se reunieran, “tu pon la fecha y yo vengo”, le contestó cuando fue invitado por Pucheta.
Quien piense que Rocha Moya es “blandito” esta en un error y eso lo saben sus colaboradores.
La prudencia y la conciliación ha sido la constante del gobernador, pero estamos convencidos de que cuando se trate de tomar una drástica decisión lo hará, lo mismo cuando haya que dar un manotazo sobre la mesa.
Pendientes sobre ello.